Alcachofa: descongestiona y mejora la función hepato-biliar
La alcachofera es una planta considerada muy beneficiosa para el hígado y la vesícula biliar. Favorece la descongestión y mejora de la función hepato-biliar, aumenta la capacidad regenerativa celular y protege de los daños causados por las sustancias oxidantes, previniendo enfermedades en estos órganos.
Además, la alcachofa es un alimento completo que posee, propiedades saludables que ayudan a frenar enfermedades como la diabetes, reducir el colesterol, bajar de peso, la anemia y contribuye a mejorar el estado general del organismo. Consumir esta pequeña planta verde es una forma agradable de mantener el organismo equilibrado sin ganar peso
Ficha técnica de la Alcachofa
Nombre: Alcachofera (Cynara scolymus).
Familia: es una planta de la familia de las Compuestas (Compositae o Asteraceae), a la que pertenecen otras plantas tan conocidas en jardinería como las margaritas (Bellis perennis) y otros alimentos muy apreciados como las endibias o la lechuga.
Sinónimos: Español: Alcací, alcachofa, alcachofera, alcachofero, alcacil, alcancil, alcanciles, alcarchofa, alcarchofera, alcarcil, alcaucí, alcaucil, alcauciles, alcaucique, alcaulera, arcacil, arcaucil, arcauciles, carchofa, cardo, cardo alcachofero, morrilla, morrillera, penca, pencas.
Alemán: Artischocke
Fraces: Artichaut, bérigoule, scolyme.
Inglés: Globe Artichoke
Itaiano: Carciofo
Portugués: Alcachofra
Parte utilizada: Fruto
Descripción: La alcachofera es planta perenne de hasta 400 cm de envergadura, que vuelve a brotar de la cepa todos los años, pasado el invierno, si el frío no la heló. Echa un rosetón de hojas profundamente segmentadas aunque menos divididas que las del cardo y con pocas o ninguna espina. Las hojas tienen color verde claro en el haz y en el envés están cubiertas por unas fibrillas blanquecinas que le dan un aspecto pálido. Tanto el rabillo de la hoja como la vena principal tienen costillas longitudinales muy salientes. Cuando la planta entallece echa un vástago más o menos alto, rollizo, pero también costilludo y asurcado con cada vez más escasa hojas. En lo alto de él, y en algunas ramas que surgen laterales traen unas cabezuelas muy gruesas, las alcachofas, cubiertas de numerosas brácteas coriáceas, en la base de las cuales está lo tierno y comestible. Al florecer, endurecen mucho las dichas brácteas y no se pueden aprovechar para comer.
Historia: El nombre de alcachofa procede del árabe al-kharshûf; el de alcaucil del árabe al-qabsíl. Esta planta (o los cardos de los que procede) podría ser originaria de Egipto o del Norte de África. La planta denominada Cynara ya era conocida por griegos y romanos. Al parecer se le otorgaban poderes afrodisíacos y toma su nombre de una muchacha seducida por Zeus, y después transformada por este en alcachofa. Durante la Edad Media no se conocía la alcachofa, y se piensa que en esta época, del cultivo sucesivo de los cardos, los horticultores poco a poco los transformaron hasta conseguir la alcachofa. Ya era consumida en la Italia del siglo XV. Venida de Sicilia, aparece en la Toscana hacia 1466. La tradición dice que fue introducida en Francia por Catalina de Médicis a la que le gustaba comer corazones de alcachofa. Esta florentina las llevó desde su Italia natal al casarse con el rey Enrique II de Francia. Luis XIV era así mismo un gran consumidor de alcachofas. Los colonos españoles y franceses en América, la introdujeron en este continente. Con el tiempo en California los cardos han llegado a ser hoy en día una auténtica plaga, ejemplo de planta invasora de un hábitat en el que no se encontraba anteriormente.
Principios activos: Tras el agua, el componente mayoritario de las alcachofas son los hidratos de carbono, entre los que destaca la inulina y la fibra. Los minerales mayoritarios son el sodio, el potasio, el fósforo y el calcio; y entre las vitaminas destaca la presencia de B1, B3 y pequeñas cantidades de vitamina C. Sin embargo, lo más destacable de su composición son una serie de sustancias que se encuentran en pequeña cantidad, pero dotadas de notables efectos fisiológicos positivos como la Cinarina y los Esteroles.
Acción farmacológica: Digestiva, diurética, depuradora, vitamínica. Por otro lado, su bajo contenido en calorías y su efecto contra el hígado graso hace que sea especialmente aconsejable en dietas adelgazantes.
Indicaciones principales: Hepatitis agudas y crónicas. Cirrosis hepática. Degeneración grasa del hígado. Otras hepatopatías agudas y crónicas. Hipercolesterolemia. Afecciones de las vías biliares. Anemia, la diabetes, el estreñimiento, los cálculos de la vesícula biliar, la gota o el reuma.
Toxicidad: Aparentemente desprovista de toxicidad.
Contraindicaciones: Está contraindicada en periodos de lactancia.
La alcachofa en medicina natural
La alcachofa es una excelente aliada contra el estreñimiento, porque su riqueza en fibras vegetales, ayuda a agilizar tanto el tránsito como el vaciado intestinal, y contra la diarrea, ya que la planta cruda a menudo permite el reequilibrio de toda la funcionalidad del intestino si está alterada.
La hortaliza también ayuda a mejorar el estado general, ya que favorece la asimilación de las comidas, restablece el equilibrio orgánico y nervioso y beneficia a todas las glándulas de secreción interna.
Pero, sobre todo, la alcachofa es un freno para las enfermedades. Los estudios médicos indican que los compuestos de la alcachofa (Cynara Scolymus) ayudan a prevenir y combatir la diabetes (la alcachofa fresca es muy baja en calorías debido a que la mayoría de sus carbohidratos están en forma de inulina, un polisacárido que al descomponerse no genera glucosa y permite mejorar el control del azúcar sanguíneo en los diabéticos).
Los compuestos de la planta también ayudan a reducir la cantidad de colesterol en la sangre, al aumentar la excreción de esta grasa y reducir su síntesis por parte del hígado. El extracto de la planta disminuye los niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre, lo que tiene un efecto protector contra la arteriosclerosis y los males cardiovasculares.
Las últimas evidencias respaldan su empleo para tratar los males del hígado como la hepatitis, cirrosis, ictericia e “higado graso”, y muestran que su extracto protege este órgano, mejora su metabolismo y ayuda a regenerarlo. También se emplea extracto para tratar la inflamación de la vesícula biliar.
La Cynara además alivia la sensación de plenitud y meteorismo que acompaña a los síndromes dispépticos, ayuda a contrarrestar el estreñimiento y estimula la secreción de jugos gástricos estomacales, favoreciendo los procesos digestivos. Además ayuda a asimilar los productos lácteos, y su extracto es útil para tratar problemas de indigestión y distensión abdominal.
No sólo eso: es diurética y depurativa, tiene efectos favorables sobre los riñones, combate la cistitis, disminuye la excesiva concentración renal de urea, favorece la eliminación de orina y contribuye a eliminar el ácido úrico, causa de los ataques de gota.
La alcachofa es rica en hierro, potasio y zinc, contiene cantidades importantes de vitaminas A y C, y del grupo B como la tiamina y la rivoflavina, así como fibra y celulosa, que favorecen la digestión.
La alcachofa es gran regulador del intestino; combinada con limón desinfecta el colon, y con su efecto astringente, la diarrea se corta. La alcachofa y el limón purifican la sangre, por lo tanto, produce muy buenos resultados en el tratamiento de las hemorroides, ya que éstas vienen por la congestión de las venas interiores del recto de sangre sucia. Lo mismo para el tratamiento de los reumatismos. Para los prostáticos que sufren las dificultades de orinar e irritación de los uréteres, de la vejiga y de la próstata, el tratamiento de los caldos de alcachofa, cebolla, zanahorias y zumo de limón, acompañado de baños calientes del tronco, les harán sentir pronto los efectos medicinales y podrán dormir.